Llévate bien con la comida

La comida es algo que nos acompaña durante toda nuestra vida, en todas y cada una de las etapas de crecimiento. Es más, todos tenemos que comer cada día (y varias veces).
Mantener una relación positiva con la alimentación es algo fundamental, y es el objetivo principal de Ranas y Renacuajos, independientemente de la edad, necesidades o particularidades de la persona que acuda a nosotras.
Comer es un proceso fisiológico, y es algo de vital importancia, porque si no comemos, nos morimos. Ahora bien, podemos alimentarnos bien o mal, esto depende exclusivamente de nosotros. ¿Crees que eliges la comida que comes de manera voluntaria? Seguramente respondas que sí, pero la realidad es que no. La sociedad, la industria alimentaria, el poder adquisitivo e incluso nuestro nivel de estudios, nos hace elegir un tipo de alimento u otro.
Cada vez hay más concienciación al respecto, y cada vez nos plantamos y le decimos al entorno (y a nuestro cerebro): "¡Eh! Aquí mando yo".
Una alimentación consciente y basada en comida real
Alimentarnos de manera consciente y basando nuestra alimentación en comida (algo que parece lógico, pero no lo es, puesto que muchas de las "cosas" que nos venden como comida no lo son) nos permite crecer, desarrollarnos, y envejecer con una calidad de vida superior.
Tu cuerpo necesita una serie de nutrientes, y de ti, y sólo de ti, depende aportárselos. ¿Y que pasa si no le aporto a mi cuerpo lo que necesita? Pues que enferma, o se desarrolla con carencias. Y esto no es "como mal hoy, me pongo malo mañana" no, es algo muchísimo más complejo (qué fácil sería si fuera inmediato).
Más del 90% de las enfermedades que sufrimos en nuestra sociedad están relacionadas directa o indirectamente con la comida y un porcentaje casi igual de alto de las enfermedades mejoran o desaparecen cuando cuidamos nuestra alimentación.
¿Todavía te parece cosa de broma?
Vivimos rodeados de estímulos que nos llevan a elegir alimentos insanos, de hecho, se invierten miles de millones de euros en campañas publicitarias, en I+D, en nuevos sabores, nuevas texturas y en neurogastronomía, para que elijas lo que la industria quiere que elijas.
Si eso que nos venden fuera tan saludable como nos hacen creer, nuestro cerebro lo elegiría de manera natural, no haría falta invertir en esa publicidad, en esos envases tan bonitos o incluso regalando algo por comprar sus productos.
No hay publicidad de alimentos reales, nunca he visto (o mi cerebro no lo recuerda) un anuncio de lentejas, o nunca me han regalado una taza molona por desayunar avena integral... ¿por qué? Porque mi cuerpo sabe lo que necesita, y elije los alimentos que necesita en cada etapa de desarrollo. Pero claro, vivimos en una sociedad en la que nos avasallan con que comamos alimentos insanos, nos mantengamos sanas y delgadas y hagamos ejercicio... ¿no te das cuenta que esto no tiene sentido? Lo primero que tengo que hacer para estar saludable, es comer saludable. Y luego viene el resto.
Si a tu cuerpo le aportas lo que necesita, el peso estará donde tiene que ser, te sentirás con más energía (con lo que tu rendimiento mejorará), también dormirás mejor y estarás de mejor humor.
¿Y todo esto sólo con la alimentación? Pues sí señora, todo esto sólo comiendo comida de verdad.
Y si estamos hablando de niños, pues todavía más importante, porque si soy un cerdito que quiere hacer su casa para que no le coma el lobo, ¿Qué será más efectivo? ¿La paja, la madera o el ladrillo?
Si tienes dudas sobre tu alimentación, te has concienciado para dar el paso pero no sabes por dónde empezar, o simplemente quieres que te cambie la vida (te aseguro que lo haré), ponte en contacto conmigo, pide una consulta, haz nuestros talleres, lee nuestro blog... tienes un montón de herramientas para cambiar, ahora sólo hazlo.