Listeriosis

La listeriosis es una infección bacteriana provocada por la Listeria monocytogenes. Mientras que muchas bacterias generalmente infectan órganos específicos del cuerpo humano, la listeria puede infectar muchos órganos distintos, tales como el cerebro o membranas de la médula espinal o el torrente sanguíneo.
Las bacterias listeria están ampliamente distribuidas en la naturaleza y se les puede encontrar en el agua y la tierra. Los animales infectados también pueden ser fuentes de transmisión. A diferencia de otros organismos, la listeria puede contagiarse a través de distintos métodos. Puede encontrarse en una variedad de alimentos crudos, así como en alimentos procesados y hechos con leche no pasteurizada. La listeria es distinta a muchos otros gérmenes porque puede crecer incluso dentro de las temperaturas frías de un refrigerador. La ingestión del organismo (transmisión a través de los alimentos), como podría ser a través de leche sin pasteurizar o de vegetales contaminados, es una fuente frecuente de casos. En infecciones en recién nacidos, el organismo puede contagiarse de la madre al feto en el útero o directamente al feto en el momento del parto. El contacto directo con el organismo puede provocar lesiones en las manos o los brazos y la transmisión de persona a persona puede ocurrir a través del contacto sexual. La infección también es posible a través de la inhalación del organismo.
Debido a que la listeriosis puede afectar diferentes partes del cuerpo, los síntomas varían, pero suelen incluir fiebre y escalofríos, dolor de cabeza, malestar estomacal y vómitos. El tratamiento es con antibióticos. En la mayoría de los procesos estas bacterias originan una enfermedad gastrointestinal. En algunos casos se puede producir una septicemia (infección en la sangre) o una meningitis bacteriana (inflamación de las membranas que cubren el cerebro). Estas bacterias pueden producir la enfermedad en muchos animales y conducir a un aborto espontáneo.
Las infecciones por listeria representan un riesgo significativo para las mujeres embarazadas, las que pueden no presentar síntomas obvios. El feto se puede infectar antes del parto, provocando el aborto a partir del segundo mes de embarazo, aunque con mayor frecuencia en el quinto y sexto mes. La infección más adelante en el embarazo puede ocasionar la exposición durante el parto, provocando a veces, la infección del recién nacido, la cual puede ser fatal.
Ya que el organismo se encuentra muy diseminado en la naturaleza, la mejor protección son medidas sanitarias básicas, tales como usar sólo productos lácteos pasteurizados, comer carnes cocidas y lavarse bien las manos antes de preparar comidas. Las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos debilitados deben evitar estos alimentos, al igual que los quesos blandos y las salchichas crudas .Los expertos recomiendan lavarse bien las manos después de haber tenido contacto con animales y cocinar bien los alimentos, a altas temperaturas.
Cocinar los alimentos hasta que hiervan o a una temperatura superior a 70ºC.
Las personas de alto riesgo (ancianos, gestantes y pacientes inmunodeprimidos) deben evitar el consumo de quesos blandos y de alimentos refrigerados -como pescados o mariscos, leche cruda o verduras congeladas sin cocción- a menos que estos se calienten a una temperatura de 70ºC o que hiervan.
¿Puede una mujer embarazada transmitirla al feto?
Sí, la listeriosis se puede transmitir de una mujer embarazada a su feto. Además, puede causar abortos espontáneos y muertes fetales. Para las mujeres embarazadas el riesgo crece en un 24 por ciento.
¿Cómo afecta la listeriosis al bebé?
La listeriosis puede provocar abortos durante los tres primeros meses de embarazo. A medida que se llega al tercer trimestre, la madre corre mayores riesgos. La listeriosis también puede provocar partos prematuros, nacimientos de bebés con bajo peso o incluso la muerte. En los recién nacidos la listeriosis puede provocar infecciones sanguíneas y meningitis.